domingo, 2 de septiembre de 2007

Acuérdate de Acapulco...

Nada, he llegado hoy Acapulco donde me trajeron en contra de mi voluntad "yo no quería señorita Laora, yo no quería", pero ni paper, heme aquí. Finalmente vino también mi madre quien se está medio muriendo de la tosedá, jaja. Básicamente hoy no hicimos nada, el día duró extremadamente poco, sin embargo lo mejor del día indudablemente ha sido la comida...

La historia comienza mas o menos así: se supone que saldríamos de la casa hacia acá como a las cinco o seis de la mañana, pero nos quedamos bien dormidos todos y salimos como a las siete y media, nunca habíamos salido tan tarde para un viaje. Bueno, estabamos a punto de irnos cuando descubrió mi Padre que la llanta delantera derecha estaba ponchada, por lo que perdimos como una hora buscando algún talachero por toda la ciudad. Como no econtramos avanzamos lentamente hacia Acapulquito...

No sé en qué momento arreglaron la llanta, sólo me despertaron para desayunar en Ixtapan de la Sal porque ya todos tenían hambre. No recuerdo cómo se llama el lugra, me parece que "El tío Tom" o algo así, pero ha sido uno de los mejores desayunos de mi vida por no decir que el mejor.

Volví a dormirme y desperté en Acapulco... Hotel, regaderazo, comida... fuimos a un restaurant llamado "Las Gaviotas"... ¡¡¡no tienen idea de la delicia!!! Comimos quesadillas de pescado y de camarón, pescado de roca al mojo de ajo estilo acapulco (no tengo ni idea de lo que es exactamente), camarones gigantes al mojo de ajo, un filete a la diabla, una sopa de mariscos, como siete refrescos y una chela y ¿sáben cuánto fue? ¡Menos de quinientos pesos! Super, super barato, bueno y muy abundante, si algún día tienen la opokrtunidad, definitivamente vayan.

Después a la Comercial Mexicana, hotel, tele, y dos horas para poder convencer a mis papás que me dejaran venir al ciber, por favor, si alguien puede venir y sacarme de mi suplicio, será un favor de valor incalculable, de verdad.

Debo irme, mi mamá ya tiene cara de "a ver a qué hora", pero tenía que desahogar mis penas... Estamos en contacto.

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