viernes, 9 de septiembre de 2011

Mi nuevo hogar

Hola a todos,

Después de un gran silencio de mi parte por diversos motivos, ahora retomaré la escritura, puesto que supongo tendré más cosas que contar.

En estos momentos es un poco difícil comunicarme, ya que aún no tengo internet en casa; puedo utilizar el de la escuela pero tampoco es mucho tiempo porque ahí tengo otras actividades que demandan mi atención.

Bueno… Les platico un poco de mis últimos días: el lunes comencé un viaje de alrededor de 30 horas desde mi casa a mi nuevo departamento, compré un vuelo espantoso con una escala inverosímil y una consecuente gran pérdida de tiempo.

Vivo en una ciudad muy tranquila e interesante, con una población principalmente joven, pues somos 54 mil estudiantes como de 200 mil. Es un importante centro científico y tecnológico en Europa, especialmente bio y nanotecnologías, de hecho es conocido como el Silicon Valley francés, ¡hay 22 800 investigadores en la ciudad!

A pesar de que está en los Alpes, ahorita hace mucho calor, lo cual es espantoso para mí porque estoy un poco enferma y creo que nunca me recuperaré: por la mañana hace un poco de frío, pero como tengo que caminar, cuando llego a la escuela ya tengo calor, pero al entrar, el aire acondicionado está en su máximo esplendor, para luego salir al calor de nuevo y así sucesivamente…

No he tenido tiempo de conocer bien la ciudad, la he pasado comprando cosas para el departamento como muebles, comida y demás cosas básicas. Tendré internet hasta la próxima semana, así que por ahora estoy un poco incomunicada pues cuando puedo conectarme (en la escuela) ustedes están dormidos.

La escuela aún no comienza formalmente sino hasta el 19 de septiembre, pero ya tengo tareas, en unos momentos tendré un taller para el que me pidieron leer tres textos, además de que desde ayer he tenido varias conferencias introductorias.

Ayer conocí a mis compañeros, somos 11 de nueve países diferentes: una china, un libanés, dos colombianos, un suizo, un alemán, una francesa, un hindú que vive en Dubai, un gringo y alguien más que aún no llega. Así es que no he sentido mucho cambio ni me ha costado adaptarme, pues todos estamos en las mismas y, para mi sorpresa ¡se escucha mucho español en los pasillos! Lo que provoca un poco de relajo en mi cabeza, porque aquí casi todo es en inglés, pero con algunos en español y otros en francés, así que luego se me cruzan los cables y comienzo a construir pésimas oraciones.

Casi debo irme, pero les cuento que ayer me pasó algo horrible: tomé el tram en hora pico, lleno de franceses en verano y con las ventanas abiertas ¡¡¡NO MANCHEN!!! ¡¡¡HORRIBLE!!! ¡no podía respirar!

En fin, debo irme a mi taller, espero poder escribirles la próxima semana porque les digo que no tengo internet.

Un beso.

Mariana.